¿Es ‘Los últimos jedi’ la mejor película de ‘Star Wars? Razones que así lo afirman
‘Los últimos jedi’ es la entrega más polémica de ‘Star Wars’, pero, por diversas razones de peso, es la mejor película de la saga.
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El universo creado por George Lucas pasó a estar en manos de la factoría Disney y, desde entonces, hemos sido testigos del estreno de cinco películas y, por el momento, tres series. Sin embargo, la trayectoria de la Casa del Ratón con ‘Star Wars’ se vio ensombrecida con las diversas reacciones de los fans, siendo el Episodio VIII la entrega más polémica hasta la fecha.
Disney puso en poder de Rian Johnson (‘Looper’) la secuela de la nueva trilogía de los Skywalker, brindándole absoluta libertad creativa. Ahora bien, los aficionados a la saga ‘Star Wars’ rechazaron ‘Los últimos jedi’ y tacharon de inverosímil el planteamiento de Luke; criticando con dureza también el libre antojo con el que se usa la Fuerza, la saturación de los chistes o, entre muchos otros, la intrascendencia de Snoke. Sin embargo, ahora que el tiempo ha pasado y el “odio” se ha difuminado, es el momento de darle al Episodio VIII el reconocimiento que merece: siendo la mejor película de la franquicia hasta el momento.
Riesgos argumentales justificados e innovación en la franquicia
Tras el epílogo de J.J. Abrams en el Episodio VII, los fans de ‘Star Wars’ contaron los días hasta que el ahora Maestro Skywalker enseñara los caminos de la Fuerza a Rey. No obstante, Rian Johnson lanzó los sueños de millones de personas por el precipicio, al igual que Luke hizo con el sable láser de su padre. Un pequeño gesto que se convirtió en el punto de partida de una serie de momentos que todavía muchos tratan de olvidar.
Ahora bien, no olvidemos que el personaje trató de poner en marcha su propia Orden Jedi y sus errores derivaron en la masacre de sus alumnos por parte de su sobrino. Al igual que Yoda, optó por el exilio, hundido en la desesperanza de la ineficacia. Un recorrido de autodestrucción en el que huye de la única persona de la que no puede escapar: él mismo. Debido a ello, estamos ante la continuación coherente del personaje, otorgando verosimilitud a ‘Star Wars’, aspecto de lo que no siempre podía presumir.
En cuanto a las innovaciones, no podemos olvidar que la Fuerza no sigue leyes naturales inalterables. Mientras que en la propuesta inicial de Lucas era algo de índole mística, en las precuelas optó por darle una base científica, justificada en los midiclorianos. La saga responde a las normas de sus creadores y, las proyecciones que vemos en el tercer acto, fue el sello que quiso dejar Rian Johnson, algo a lo que J.J. Abrams no se atrevió. Un riesgo que surtió efecto en su marco narrativo, pero gran parte de la audiencia ya había desconectado del filme para cuando llegó este momento.
La única película con un claro trasfondo
Si bien es cierto que la hegemonía cualitativa de la franquicia reside en ‘El imperio contrataca’, cabe destacar que esta cinta carece del trasfondo argumental que encontramos en ‘Los últimos jedi’. El episodio V tiene secuencias de acción sobrecogedoras para su época, el giro de guion más famoso de todos los tiempos y un cliffhanger antes de que existiera el concepto; pero la cinta de Rian Johnson va un paso más allá de lo jamás hecho en ‘Star Wars’.
La película habla sobre pérdida de la esperanza y lo hace nítidamente en todas sus tramas. Puede que la propuesta más clara sea en Luke, pero las constantes derrotas de La Resistencia, el plan fallido de Finn o la imposibilidad de salvar a Kylo Ren por parte de Rey también reman en esta dirección. Se pone a prueba el aguante de los personajes, se quiebra con las expectativas del espectador y, como resultado, quedan dos horas circulares que giran en torno a un mismo cimiento. Mérito hasta la fecha nunca visto en la franquicia.
De la misma manera, cada uno de los protagonistas tiene su propio arco de personaje, evolucionando notablemente desde el inicio hasta el final de la película. George Lucas tuvo tres filmes para crear este concepto con Anakin y Rian Johnson lo ejecuta con ejemplaridad en poco más de 120 minutos.
Una serie de propuestas de guion envueltas en una gran belleza cinematográfica. Porque la cinta deja planos de imponente estética, acompañados de un ritmo narrativo incesable. Una dirección propia de los cineastas mejor valorados y que, dado el potencial tecnológico contemporáneo, destaca por encima del resto de entregas.
La propuesta de Rian Johnson era arriesgada y se basó en la solidez dramática para crear una pieza orientada al entretenimiento de las grandes masas. La muerte de Snoke y el auge de Kylo Ren se antojaba de lo más interesantes; sin embargo, Abrams cambió de planes para la novena cinta. Porque, a pesar de estar ante la mejor película en forma y fondo, el Episodio VIII falla como parte de una trilogía. Un error que no estaba en manos del cineasta solventar, sino en las decisiones directivas de Disney.